Herramientas para la observación y análisis de la escuela y comunidad

Propósito

El curso Herramientas para la observación y el análisis de la escuela y comunidad es el primer curso del Trayecto Formativo Práctica profesional de la Licenciatura en Enseñanza y Aprendizaje del Español en Educación Secundaria. Éste, permite mostrar diversas temáticas, contenidos y estrategias teóricas y metodológicas de otros cursos y unidades de aprendizaje, para desarrollarlos organizadamente en torno a la formación de estudiantes como futuros profesionales de la educación secundaria.

El curso promueve, a lo largo de tres unidades de aprendizaje, transitar por diversas experiencias formativas en distintos momentos y en contextos reales, contrastar teorías con los escenarios donde se desarrolla la práctica profesional en escuelas secundarias que suponen distinto origen y propósito, contextos urbanos, semi urbanos, rurales y rurales indígenas. Al hacerlo, el estudiantado tendrá insumos para reflexionar sobre las implicaciones de ser docente en un país heterogéneo, multicultural y polifónico, para finalmente analizarlo y sintetizarlo a través de un producto integrador.

El trayecto Práctica profesional, con los cursos que lo componen, la población estudiantil podrá vivenciar las competencias que va desarrollando a lo largo de la formación inicial, a fin de fortalecer el saber y el saber hacer, que es donde se suscriben los aprendizajes previos y se vinculan a los nuevos, para entender la complejidad que implica el ser docente. En el hacer también se evidencian las debilidades de la formación, por ello, la práctica profesional es un proceso de reflexión continua que ayuda al docente a mejorar, actualizarse y prepararse a lo largo de toda su vida profesional.

Sin embargo, se reconoce que la práctica profesional dentro del espacio curricular de las Escuelas Normales no se ha consolidado como un espacio de reflexión para la identificación de problemas, su consecuente proceso de investigación y por consiguiente el planteamiento de soluciones a dichas problemáticas, como parte fundamental e inicial del desarrollo del resto de las competencias planteadas en el perfil de egreso del futuro docente y se ha confirmado como un tema de investigación, análisis y debate en las últimas dos décadas. ¿Cuánta práctica deberán tener los futuros docentes a lo largo de su formación para ser buenos docentes?, ¿hasta dónde deberá llegar esa práctica?, ¿qué tanto debe saber y saber hacer un estudiante normalista antes de ingresar al Servicio Profesional?, ¿cuánto se debe permitir al estudiante conocer de la cultura escolar donde realizará la práctica? Son algunas de las preguntas recurrentes del personal docente formador y autoridades quienes abren la puerta a la práctica a los futuros docentes.

Es innegable que la práctica in situ es fundamental en la formación las nuevas generaciones de docentes. Entre otras cosas, porque permite conocer y resolver problemáticas y necesidades que la teoría no siempre alcanza a reconocer o ni siquiera se plantean, porque cada problema tiene un contexto específico. Enfrentar estas situaciones determina movilizar diversos recursos teóricos, cognitivos, procedimentales, actitudinales y valórales, para resolverlas con creatividad, lo que gradualmente va generando la identidad profesional basada en la experiencia.

Hoy en día, ningún docente debe desconocer los contextos donde se desarrolla la vida social, económica y cultural, pero tampoco de la escuela donde ejerce o ejercerá su profesión. La falta de conocimiento de estos aspectos limita que las acciones del personal docente sean asertivas, se generen discursos y acciones artificiales, actividades y ejemplos desvinculados de los que vive día a día la población de adolescentes. Reconocer el contexto escolar permite estrechar los vínculos con estudiantes, al retomar ejemplos contextualizados para definir actividades de aprendizaje, vincular los oficios profesiones de los padres y madres de familia, las actividades económicas de las comunidades, las prácticas culturales y tradiciones, entre otras. Todo ello influye en la vida escolar, el desempeño académico en el aula y la vida social en la institución. La escuela, entonces, se torna un reflejo de la vida y sus relaciones fuera de sus paredes. También, es importante que el futuro profesorado comprenda que su profesión se desarrolla y enriquece a través de las relaciones que tiene con la comunidad.

Por ello, el curso exige que cada estudiante normalista desarrolle las habilidades de observar los detalles que conforman el contexto escolar y la vida en la comunidad, como las relaciones sociales de inclusión o exclusión, los contrastes culturales y económicos que influyen y determinan el lugar del estudiantado en la escuela, la infraestructura de la institución en contraste con otras de su mismo contexto loca, región o del país, la organización de las actividades académicas y administrativas, las condiciones para hacer docencia en el aula, entre otras , situaciones que suelen pasar por alto quienes no tienen una formación especializada en el ámbito educativo. Para ello, deberá conocer y aplicar diversas estrategias de observación, la observación no participante y sus características, la observación participante con sus implicaciones, cómo entrar en el campo, cómo moverse en el campo, y cómo salir del mismo, recuperando lo mejor de la experiencia de caminar la escuela y sus alrededores, hablar con personas que interactúan con la vida escolar en el ámbito informal: dependientes de tiendas, negocios, entre otros. Por supuesto, deberán interactuar con directivos, docentes, padres de familia y alumnos. Comprender el contexto del centro escolar y sus estudiantes permitirá que los futuros docentes comprendan la complejidad del sistema educativo que enmarcará su vida profesional.

El estudiante normalista deberá sistematizar la observación y las entrevistas, a fin de desarrollar las competencias investigativas como estrategia de reflexión sobre la práctica. También como medio, que eventualmente utilizará para elegir su tema u objeto de conocimiento en los últimos semestres de la licenciatura, a partir del cual podrá elaborar su Documento de Titulación de forma argumentada, auxiliado a lo largo de este proceso de las tecnologías de la información y comunicación.

El propósito del curso es que el estudiantado explique los contextos y las relaciones que existen entre los actores de una comunidad y la escuela, los cuales influyen en la vida institucional y en el desarrollo de los alumnos, todo ello a partir del uso de herramientas, métodos y técnicas de investigación, para situar la profesión docente. Se relaciona vertical, pero sobre todo transversalmente con cursos de diversos semestres, ya que al articularse permite que el estudiante normalista comprenda que la formación no es lineal ni parcelada, por el contrario, es un entramado complejo que se nutre, desarrolla y fortalece a través de múltiples experiencias generadas a lo largo de la formación inicial.

 

En este marco ser, será necesario que el formador de formadores genere ambientes de aprendizaje inclusivos y participativos, recupere las experiencias de sus estudiantes como elementos fundamentales para diseñar actividades de aprendizaje complementarias a las que se proponen en este curso de diseño nacional. Es fundamental que promueva el trabajo colaborativo entre los estudiantes normalistas dentro del aula t en un acercamiento a la escuela y la comunidad. Finalmente, cada estudiante deberá demostrar sus avances personales y colectivos mediante el uso asertivo de la comunicación oral y escrita.

Competencias

Competencias genéricas

Soluciona problemas y toma decisiones utilizando su pensamiento crítico y creativo.

Aprende de manera autónoma y muestra iniciativa para autorregularse y fortalecer su desarrollo personal.

Colabora con diversos actores para generar proyectos innovadores de impacto social y educativo.

Utiliza las tecnologías de la información y la comunicación de manera crítica.

Aplica sus habilidades lingüísticas y comunicativas en diversos contextos.

Competencias profesionales.

Utiliza conocimientos del Español y su didáctica para hacer transposiciones de acuerdo a las características y contextos de los estudiantes a fin de abordar los contenidos curriculares de los planes y programas de estudio vigente.

Utiliza elementos teórico-metodológicos de la investigación como parte de su formación permanente del Español.

Diseña los procesos de enseñanza y aprendizaje de acuerdo con los enfoques vigentes del español, considerando el contexto y las características de los estudiantes para logra aprendizajes significativos.

Propone situaciones de aprendizaje del Español, considerando los enfoques del plan y programa vigentes, así como los diversos contextos de los estudiante.

Gestiona ambientes de aprendizaje colaborativos e inclusivos para propiciar el desarrollo integral de los estudiantes.

Utiliza información del contexto en el diseño y desarrollo de ambientes de aprendizaje incluyentes.

Promueve relaciones interpersonales que favorezcan convivencias interculturales.

Actúa con valores y principio éticos y legales inherentes a su responsabilidad social y su labor profesional con una perspectiva intercultural y humanista.

Soluciona de manera pacífica conflictos y situaciones emergentes.

Contenidos

Ver, mirar y observar: escuela y comunidad

Observación participante y no participante

Construcción de instrumentos de observación